El criterio del
Ayuntamiento para llegar a ese Acuerdo Municipal (en los años 90) fue el creer que este vecino
con su conducta fue contra los intereses de Ampuero habiéndose limitado su
actuación, de forma objetiva, a la defensa jurídica de la subsistencia del
edificio del Colegio de la Inmaculada de Ampuero (edificio de las monjas) donde
muchos vecinos de Ampuero recibieron sus primeras enseñanzas. Con la
desaparición de este colegio y de tal singular edificio se incumplían los
fines, religiosos y sociales para los que fue creado en 1934, y desaparecía un edificio singular de nuestra
villa.
Con la aprobación de esta moción de AES Ampuero se consigue, después de más de 25
años, que se rehabilite institucionalmente a Don José Luis Fernández Ortiz de
Valderrama revocándose la declaración que en su día el pleno del Ayuntamiento realizó
para declararle “persona non grata”.
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